domingo, 13 de marzo de 2011

Preocupa la contaminación de alimentos

 

La preocupación que generó en Europa el hallazgo de dioxinas en alimentos para animales seguida por la clausura de granjas así como también el sacrificio de animales contaminados, provoca alarma en el mundo.

Incluso hoy, la Unión Europea, La Comisión Europea, estudia obligar a los fabricantes a separar físicamente las actividades de producción de grasas destinadas a la alimentación del ganado de las grasas destinadas a la industria, ya que la producción de ambos tipos de grasa en las mismas instalaciones es responsable de la reciente contaminación alimentaria de dioxina descubierta estos días en Alemania y de los otros casos detectados en los últimos años en otros países, como Bélgica, Italia e Irlanda.

La contaminación se habría producido luego de que la firma Harles und Jentzsch entregara entre noviembre y diciembre 3000 toneladas de grasa en mal estado a 25 fabricantes de comida para animales, acción calificada de criminal por el gobierno.

Las dioxinas, residuos de la combustión industrial o natural, han sido clasificadas como sustancias cancerígenas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Su absorción en pequeñas cantidades no constituye un peligro inmediato, pero el cuerpo humano las elimina con dificultad.

Ilustré este comentario con esa foto de Entre Ríos que me envió @annadvm, ya que me parece interesante que nos pongamos a pensar qué sucede cuando olvidamos las cuestiones ambientales. Por si no pueden leer bien la frase, la transcribo: "Cuando el hombre corte el último árbol, mate el último pez y envenene el último río se dará cuenta de que no puede comerse el dinero".
GERARDO A. ROMERO LUNA
C.I:17.207.444
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Medición de humedad y masa o densidad con microondas

El método con resonador de microondas es un método que mide la humedad y/o la masa o la densidad de un producto y que trabaja con campos electromagnéticos. Es adecuado para aplicaciones de laboratorio o de procesos. Como sensores se emplean o bien resonadores de cavidad o bien resonadores de campo disperso. La resonancia que se usa para medir en cada caso se caracteriza por dos parámetros: la frecuencia de resonancia y el ancho a media altura (FWHM) de la curva de resonancia. Si se coloca dentro del resonador un objeto a medir o bien se lo pone en contacto con el resonador (para el caso de los resonadores de campo disperso), la frecuencia de resonancia disminuye al tiempo que aumenta el ancho a media altura (FWHM) de la curva de resonancia. En cada medición se mide la variación de ambos parámetros de resonancia cuando se hace trabajar el resonador con el objeto a medir. La variación de ambos parámetros medidos depende de igual forma de la masa del objeto a medir, sin embargo, la dependencia que tiene de la humedad del objeto es distinta para cada caso. El cociente de ambas magnitudes de medición es, por ello, sólo función de la humedad del objeto a medir. Este cociente es, por lo tanto, un valor apropiado para medir humedad independizándose de la densidad y de la masa.
 

Como las variaciones de ambos parámetros de resonancia (frecuencia de resonancia y ancho a media altura) dependen de la masa del objeto a medir que se encuentra en el campo de medición, resulta posible medir la densidad por medio de uno de los dos parámetros para el caso de objetos que en todo el rango del campo de medición se comportan de forma homogénea en cuanto a su densidad. Las humedades fluctuantes de un producto pueden compensarse con el otro parámetro de resonancia. De esta forma, la medición de densidad resulta ser independiente de la humedad.

Luego, puede medirse la masa de objetos siempre que éstos se mantengan durante la medición dentro de un rango de campo eléctrico homogéneo. Tal campo homogéneo de medición sólo puede generarse en un espacio limitado. Es posible medir la masa de productos farmacéuticos tales como cápsulas o comprimidos. Las humedades fluctuantes de un producto pueden compensarse con el otro parámetro de resonancia. De esta forma, la medición de masa resulta ser independiente de la humedad
 
 

Medición por microondas para determinar el contenido de materias secas

La densidad o el contenido de materias secas de un producto, en muchos procesos es el valor de medida clave para una regulación óptima. Sin embargo, a menudo, este valor se deduce indirectamente de otras magnitudes o el operario opera la planta de manera "intuitiva".

Nuestro sensor para determinar el contenido de materias secas permite regular el proceso en tiempo real basándose en un valor de medida exacto.


El sistema de medición puede emplearse para determinar el contenido de materia seca de cualquier sustancia (en suspensión o estado sólido) en una solución acuosa. Las aplicaciones típicas de la industria azucarera son:

  • solución de azúcar (Brix)
  • lechada de cal (Baumé)
  • melaza (%MS)

En otras industrias permite la medición de:

  • lodos residuales
  • alimentos
  • materiales de construcción

El sistema de medición consta de una sonda de medición y de una unidad de evaluación que comprende la técnica de medición por microondas y un microordenador. Existen diferentes sondas de medición disponibles:

  • Sonda para recipientes
  • Sonda para recipientes con lavado
  • Sonda tubular

Para una gestión sencilla de los datos de calibración memorizados en el aparato, opcionalmente es posible utilizar una "herramienta de memoria"; un procesamiento de los datos de calibración por ordenador puede efectuarse por un software gratuito.

 

GERARDO A. ROMERO LUNA
C.I:17.207.444
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Uso de microondas como posible fuente de energia

 
Las microondas son el tipo de onda electromagnética cuyo rango está entre los   1 GHz y los 300 GHz (según el estándar  IEEE 100). Este rango de frecuencias ha sido ampliamente utilizado en el ámbito de las telecomunicaciones, tanto en televisión como en telefonía móvil, en el protocolo bluetooth o en el Wi-Fi. El punto es que, en los casos antes mencionados, la cantidad transferida de potencia es baja, dado que es usada exclusivamente para el ámbito de las señales. En el otro extremo tenemos las microondas usadas en potencia, donde viene a la mente el caso más inmediato y familiar, el horno microondas, que si bien transmite una cantidad importante de potencia lo hace en una distancia pequeña. De acá nace el problema de cómo sumar las dos cualidades anteriores (distancia y cantidad alta de potencia) para permitir la transmisión efectiva.
Ahondando en tema de la transmisión a grandes distancias, tenemos que el MPT es parte de la transferencia de potencia inalámbrica (WPT) y si bien podría pensarse que los estudios sobre la transmisión en microondas son relativamente nuevos, estos vienen desde la época de Heinrich Herz (1857-1894). Él no solo demostró la transmisión de ondas electromagnéticas en el espacio libre (previamente demostradas matemáticamente por Maxwell), sino que además uso reflectores parabólicos para llevar a cabo la transmisión y recepción de estas. Luego Tesla a principios del siglo XX se mostró interesado en la transmisión inalámbrica. Logró en 1899 en Colorado cargar eléctricamente una bola de cobre de modo inalámbrico mediante ondas del rango de los 150000 Hz.
 El siguiente intento de transmisión recién vino 30 años después, en 1930 en el laboratorio de Westinghouse, USA, se logró transmitir y recibir, a 100MHz, "cientos de Watts" a cerca de 8 metros de distancia. La eficiencia fue bajísima, ya que no se intentó enfocar esta energía, sino solo demostrar la posibilidad de continuar transmitiendo. Por lo demás durante los primeros 50 años del siglo XX el interés por esta área fue bajo ya que se pensaba que para que el sistema sea eficiente debería concentrarse la energía en un haz estrecho, junto con una muy alta frecuencia, además de reflectores y lentes prácticos que no existían para la época.
Ya en la segunda guerra mundial se exploró mucho en el ámbito de los microondas, tanto en antenas receptoras como en tecnologías de generación. Sin embargo no se pensó en el momento una aplicación energética, ya que, entre otras razones, no existía electrónica suficientemente desarrollada como para convertir tal energía en DC, y los tubos microondas aun generaban en potencias muy bajas.

 Una vez terminada esta guerra se fueron produciendo desarrollos considerables que demostraron la posibilidad de transmitir energía en base a microondas con eficiencias cercanas al 100%. Gran importancia tuvieron los avances de Goubau, Schwering y otros, al demostrar que guiando estos rayos la densidad no siempre cae siempre al cuadrado de la distancia.
 Para la época una gran falta eran tubos de microondas de suficiente (gran) potencia. Se creó por ende el Amplitron, el cual fue la base para crear tubos microondas de cientos de KW. Este fue desarrollado por el departamento de defensa de los Estados Unidos, para en el 1960 crear uno de salida de 400kW con una eficiencia muy alta, alrededor de un 80%.
También se desarrolló la tecnología, principalmente sobre diodos, para transformar esta energía en DC.

Podría decirse que el primer caso de transmisión considerable de energía eléctrica ocurrió en 1964, donde un mini helicóptero equipado con una "rectena" (que es como el nombre lo dice una antena para capturar las ondas y un rectificador recientemente creado) se mantuvo en vuelo únicamente mediante la energía transmitida de a base vía microondas.
Esta rectena tenía una eficiencia de un 50% cuando trabajaba con salida de 4W DC y 40% en 7 W DC y fue creada con 4 diodos 1N82G.
Posteriormente se realizaron, principalmente en el Marshall Space Flight Center, intentos de mejorar las eficiencias, sobre todo con más altas potencias. La eficiencia DC-DC era del 26,5% a los 39W y trabajando en los 2,45 GHz, lográndose subirla hasta un 54% en los 495W, en los el Raython Laboratory, USA en el año 1975.


Una vez demostrado la factibilidad técnica de esto el estudio y los desarrollos se ha estado principalmente enfocados a 2 ámbitos, el primero la transmisión terrestre de punto a punto sin cables y la segunda transmisión espacio-tierra o bien espacio-nave espacial, donde un hipotético panel transmitirá, desde la energía recibida del sol, energía vía microondas.
 
Se han realizado diversas pruebas de transmisión de energía vía microondas en tierra desde 1975, año en el cual tuvo lugar la primera de ellas en el Golstone Observaroty, California. En esta ocasión se transmitió energía desde una antena parabólica de 26m de diámetro, a un arreglo de rectenas de 3,4 x 7,2 mts., ubicadas a 1,6 Km (1 milla) de distancia.
Ilustración  . Primera transmisión tierra-tierra (1975, USA)
 Las ondas de microondas fueron transmitidas con una potencia de de 450 kW, a una frecuencia de 2,388 GHz, lográndose en el otro extremo, una energía neta de 30kW DC, obteniéndose en la rectena una eficiencia de rectificación de un 82,5%.

 Más recientemente, en 1997 en la Isla Reunión (territorio de Ultramar de Francia, cerca de Madagascar, África) y dada la necesidad de llevar electricidad a un pueblo en las montañas se hicieron pruebas de transmisión vía microondas desde el punto de abastecimiento más cercano, a 700m del lugar. El procedimiento fue el típico, energía recibida desde la Electricity of France fue convertida a microondas a 2,45GHz mediante la transformación del magnetrón. Estos magnetrones, presentes tanto en microondas como en radares, tienen eficiencias de conversión que llegan hasta un 80%.
Para transmitir las ondas se desarrolló una parabólica llamada MPR (parabólica reflectora multifocal) que presentó ganancias de 33dB.
 En la rectificación se usaron diodos 1SS97, que si bien tienen una buena performance de rendimiento, soportan poca potencia, por lo que se hicieron arreglos en serie y paralelo.
Ilustración  [ 4 ]. Esquema simplificado del sistema utilizado en Isla Reunión
Finalmente se llevó a cabo la prueba, sacando 17,5kW desde la red, se logró llevar a cabo 10kW a los habitantes, con una eficiencia de un 57%, lo cual fue considerado todo un logro.
 En los 80 científicos principalmente japoneses siguieron desarrollando la MPT, pero para experimentos en el espacio exterior. En 1983 el cohete MINIX fue enviado a realizar interacciones de ondas de microonda de gran potencia, usando un magnetrón de 800W a 2,45GHz con plasma ionosférico, observándose nuevos fenómenos de interacción onda-onda.
 Actualmente la NASA ha anunciado en interés en desarrollar tecnologías para en futuras misiones una sola nave se encargue de generar, almacenar y transmitir mediante microondas al resto de la flota mediante MPT.
 Fuera de la NASA, se mantiene un ambicioso proyecto que busca transferir energía inalámbrica vía microondas desde el espacio hacia la tierra. Unas 16 empresas de distintas naciones, lideradas principalmente por IHI y Mitsubichi, pronostican que en unos 30 años podrían tener en órbita un panel solar de 4 kilómetros cuadrados que entregue energía a alrededor de 300.000 hogares en Japón.

 El proyecto, ambicioso por donde se le mire, busca capturar 1 GW de energía y transmitirlo a una base terrestre. Se pretende hacer las pruebas en unos 5 años más con un panel solar menor. Si bien el principal freno de este tipo de iniciativas son los elevados costos, se espera que el desarrollo de la tecnología permita bajar los precios y se produzca la factibilidad del proyecto. De hecho se pronostica que para la época será factible transmitir energía a un costo de 9 centavos por kWh, seis veces menor a los costos actuales.
 

Uno de los puntos en contra que tiene la energía transmitida de esta vía a la tierra es la gran susceptibilidad a atenuación por parte de la atmósfera de las ondas, principalmente en climas húmedos, por lo que es necesario una frecuencia donde esto no ocurra. 
 Mucho se ha hablado de los problemas medioambientales que esto podría traer, principalmente por la radiación emitida, sin embargo todos los estudios de transmisión trabajan con entradas de potencia muy bajas en las rectenas. La radiación con la que se trabaja es apenas superior a la de los celulares, y mucho menor que el estándar internacional de exposición a la radiación permanente, que es de 5mW/cm2.
 Otro problema del que se ha tratado es en que frecuencia deberían ser transmitidas estas ondas. Para estudios se ha usado la frecuencia de los 2,45GHz o 5,8GHz, pertenecientes a la banda ISM (Industria, ciencia y medicina, reservado a fines no comerciales y de investigación)  sin embargo no existe una frecuencia "oficial" para esto. El punto a favor con el que se cuenta es que para este fin basta solo con una banda angosta, pero se debe trabajar para que los harmónicos, emisiones fuera de la banda y ruido sean lo menor posibles para no afectar otras comunicaciones.

 
 La energía transmitida vía microondas bien desarrollada puede llegar a ser parte fundamental del abastecimiento del planeta en algunas decenas de años más cuando el petróleo ya sea inasequible. Esta energía renovable va a llegar a sumarse a las actuales ocupando probablemente gran parte de la matriz energética mundial. Sus ventajas están claras, energía limpia, barata (en algunos años más) y sin perjuicio para los humanos ni animales.
 
 

GERARDO A. ROMERO LUNA
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MPT, microwave power transmission

Microwave power transmission (MPT ) is the wireless transfer of large amounts of power at microwave frequencies from one location to another. MPT is often referred to in the literature as wireless power transmission (WPT ) at microwave frequencies. MPT research has been driven primarily by the desire to remotely power unmanned aerial vehicles (UAV s) and by the concept of space solar power (SSP ) first conceived by Dr. Peter Glaser of the Arthur D. Little Company in 1968. SSP is an MPT system with the addition of solar cells and magnetrons for microwave power generation. The SSP idea calls for a constellation of solar power satellites (SPS s) to capture the energy from the sun using arrays of solar cells. The solar cell panels output large DC voltages to awaiting cavity magnetrons positioned on various subarrays within each SPS phased-array aperture. These magnetrons convert the high-voltage DC outputs of the solar panel arrays to microwave power. The microwave energy is then beamed to Earth to farms of rectifying antenna (rectenna) arrays that convert the incoming microwave energy back to DC power. Since its inception, SSP has gained considerable attention since it has the potential of providing clean, renewable, and continuous power for generations to come. MPT has been shown experimentally as a way for people on Earth to remotely power unmanned high-altitude platforms such as UAV s. Additional uses for MPT include powering space probes from future space stations into deep space and powering robots to enter dangerous environments such as nuclear-contaminated areas.

 

Especificación de electricidad inalámbrica cerca de completarse

El Wireless Power Consortium ha anunciado que está cerca de completar un nuevo estándar de la industria en cuanto a suministro inalámbrico de energía.


Palm introdujo su propia versión de Touchstone para cargar la Palm Pre a través de carga de energía inductiva e incluso se ha producido una solución de energía inalámbrica para el iPhone, agregando emoción a la premisa generalmente "futurística" de la energía inalámbrica.

Pero este nuevo anuncio del WPC opta por proveer un estándar abierto para una amplia gama de aparatos a utilizar, en lugar de tener compañías que desarrollen sus propios formatos cerrados. El nuevo formato saldrá bajo el nombre "Qi", que se pronuncia "Chi" y significa "energía vital" en chino. No es tan seguro como 'Wi-Fi', pero démosle tiempo.

El estándar Qi está actualmente en la especificación 0.95, acercándose al lanzamiento final 1.0. Una vez que el estándar haya sido refinado para uso público, nuestra vida siempre llena de cables podría acabar, ya que la tecnología inalámbrica puede ser usada para una serie de aparatos portátiles tales como teléfonos, cámaras, reproductores de medios y más.

Transmisión inalámbrica de electricidad


Un equipo del MIT (Departamento de Física, Departamento de Ingeniería Eléctrica y Ordenadores, Instituto de Nanotecnología Militar) ha conseguido transmitir electricidad sin cables a una distancia de más de dos metros con potencia suficiente para encender una bombilla, sin que se requiera una línea de visión directa entre la fuente y el receptor. El equipo de científicos llama al sistema "WiTricity", por considerarlo análogo a la tecnología WiFi, salvo que en este caso no se transmite información sino simplemente energía eléctrica (no tiene que tener ningún "orden", pero la potencia es muchísimo mayor).

A pesar de que ya era posible transmitir energía eléctrica sin cables, los métodos empleados hasta ahora tenían graves inconvenientes: una fuente de radiación electromagnética tipo WiFi emitiría energía en todas direcciones, mientras que sólo una pequeña parte (si es que hay un receptor cerca) recibiría algo. En el caso del WiFi esto no es un problema: transmitir potencia no es el objetivo del aparato, y la potencia emitida es minúscula; pero si quiero hacer funcionar un portátil o un móvil en el cuarto de estar sin batería ni cables, la potencia debe ser bastante más grande.

Otra solución que se ha probado es dirigir la radiación electromagnética (por ejemplo, utilizando láser), pero esto requiere una línea de visión ininterrumpida entre la fuente y el receptor (y un rayo por cada receptor posible). Además, la potencia sería suficientemente grande para que fuera peligroso, y requeriría que la fuente fuera capaz de seguir al receptor con el rayo…vamos, un lío.

También se ha probado la inducción de corriente: el hecho de que un circuito en el que la corriente eléctrica varía crea a su alrededor un campo magnético capaz de inducir una corriente en otro circuito. Pero este sistema requiere, o bien corrientes gigantescas, o bien distancias muy cortas entre la fuente y el receptor, de modo que tampoco sirve de forma práctica. Sin embargo, el sistema del MIT se basa en la inducción de este tipo, añadiendo un elemento más: la resonancia.

El sistema desarrollado utiliza el acoplamiento de objetos resonantes. Como siempre, hablando rápido y mal: muchos sistemas físicos absorben y emiten energía de forma muy eficaz a determinadas frecuencias. Por ejemplo, cuando empujas un columpio, para que llegue muy alto tienes que empujarlo a un ritmo determinado: si lo haces a otro ritmo, estás empujándolo cuando no está en el momento adecuado y no le das toda la energía que deberías (o incluso le quitas energía). Seguro que has oído las historias de puentes que reciben viento a su frecuencia de resonancia y bandean más y más hasta que se rompen.

Los ingenieros se han centrado en un tipo específico de resonancia: han acoplado dos bobinas de cobre de la misma frecuencia de resonancia magnética. Una de las bobinas (la fuente) crea un campo magnético no radiativo a su alrededor de determinada frecuencia (del orden de MHz). En la otra bobina, de la misma frecuencia de resonancia, se induce una corriente eléctrica debida al campo magnético oscilante creado por la primera: si se tratase de inducción "normal", no tendría suficiente potencia para hacer funcionar nada a una distancia de dos metros, pero la resonancia hace que la segunda corriente sea suficientemente grande como para encender una bombilla.

Al utilizar un campo magnético no radiativo, lo único que hay alrededor de la bobina fuente es eso: un campo magnético, que puede ser bloqueado por algo (por ejemplo, puedes pasar por delante) sin que pase nada. Además, puesto que el campo magnético está restringido a un área relativamente pequeña alrededor de la fuente, y lo único que puede absorber esa energía eficazmente es un circuito resonante, se pierde muy poca energía sin necesidad de "seguir" al receptor.

Podrías tener, por ejemplo, una fuente en el salón con un alcance de tres o cuatro metros y que el el portátil, la televisión, etc. tuvieran bobinas resonantes que los hicieran funcionar. Parece que una bobina relativamente pequeña (como la que cabe en un portátil) tendría un alcance de unos pocos metros, lo cual podría ser suficiente para que fuera práctico dentro de la casa.

Desde luego, hay cuestiones por resolver: sería mucho más fácil robar energía eléctrica (salvo que se encuentre alguna manera de "encriptar la señal"), y el campo magnético es de una intensidad relativamente grande (aunque no enorme). A pesar de que la acción de campos magnéticos no radiativos sobre nuestro cuerpo, hasta el momento, no ha demostrado tener efectos nocivos (corregidme si no es así), después de ver lo de los móviles y las abejas, y el WiFi en el Reino Unido, creo que una cosa así puede encontrarse con una enorme oposición de la opinión pública y los medios de comunicación. Veremos en qué acaba la cosa.

La transmisión de potencia a través de ondas de radio pueden ser más direccional, lo que permite mayor distancia de poder transmitir, con longitudes de onda de la radiación electromagnética, por lo general en el microondas rango. Un rectena puede ser usado para convertir la energía de microondas en electricidad. Rectena eficiencia de conversión superior al 95% se han realizado. Poder haz de microondas utilizando ha sido propuesto para la transmisión de la energía de satélites en órbita de satelites de energia solar a la Tierra y el radiante de la energia a la nave espacial orbita salir ha sido considerado.

 

GERARDO A. ROMERO LUNA
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Japón estudia transmitir energía electrica desde el espacio vía microondas

 
 
 

Las empresas japonesas Mitsubishi y IHI, a las que se han unido otras 14 más de distintas naciones, están desarrollando un interesante proyecto energético. Lo que tienen en mente es colocar un gigantesco panel solar en el espacio y desde allí, transmitir de forma inalámbrica a la Tierra, la energía eléctrica obtenida.

Parece algo extraído de una película de ciencia ficción, pero es un proyecto totalmente real, e incluso ya han estimado un presupuesto para desarrollarlo: unos 21.000 millones de dólares. La idea es colocar en órbita un panel solar con una superficie de unos 4 kilómetros cuadrados, que según los cálculos, produciría 1 Gigawatt de energía, suficiente para cubrir el consumo energético de casi 300.000 hogares. Esta energía se transmitiría a una estación base en la Tierra, vía microondas.

Un proyecto de esa envergadura tomaría unos treinta años para llevarlo a la realidad, según han dicho los investigadores. Pero se han puesto una meta a más corto plazo. Para el 2015 estiman que pondrán en órbita un satelite con un panel mucho menor, que les servirá para hacer pruebas, y determinar la factibilidad, eficiencia y rendimiento del plan. Una ventaja de esta forma de obtener energía, sería que no hay nubes en el espacio y por lo tanto el panel solar estaría expuesto al Sol todo el tiempo. También habrían menos restricciones, reglas y leyes que tomar en cuenta, y por supuesto el factor contaminación ambiental se reduciría a cero.

Ya transmitir electricidad de forma inalámbrica es posible. Por lo tanto, la principal barrera son los costos. Colocar un panel solar de esas dimensiones en el espacio sería algo prácticamente imposible en estos tiempos. La esperanza que se tiene es que a la larga, la relación peso/costo baje. También hay que tomar en cuenta otros factores como calcular si las pérdidas energéticas al atravesar la atmósfera no son tan grandes, como para que aún sea conveniente pensar en una solución así; buscar solución a posibles impactos de partículas o meteoritos; etc.

Como todo proyecto a largo plazo, solo nos queda esperar. Y quizá sea visto en acción por futuras generaciones.

GERARDO A. ROMERO LUNA
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